No iba a volver a ser él. Lo que no significaba que sus complejos se fueran con la su decisión de dejarlo. Que algo se extendiera por tantos años no iba a ser sin consecuencias. Las marcas ya estaban en la vida de ella, en su piel, y en su historia.
Su historia. Lo más complejo de todo, y suficientemente difícil para que no le permitiera entender porqué con él. Porqué no había dado la posibilidad a nadie más. Esa alternativa de sacarla del círculo de sus problemas, para después arrojara al fondo de dolor sin explicaciones. Tal y como siempre lo hizo él. 

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