Tu canción preferida. Tu examen reprobado. Tu jardín de infantes. Ese viaje familiar. El libro que podrías leer otra vez. El perfume de tu mamá. La noche que te pasaste llorando. Tu pasatiempo. Tu primera vez. El consejo de la abuela. Tu primer sueldo. El nacimiento de tu hermano. Esa emisora de radio. Tus miedos. La calle que da a tu casa. Ese día que no vas a superar. Tu escritor preferido. El recital que más esperaste. La pérdida del objeto que más cuidaste. El mar. La navidad del 2000. Tu primer novio. Tu apodo de chico. Los ojos de tu perro. El tatuaje en tu piel. La discusión mas fuerte. Los castillos de arena. Ese juguete y las ganas de seguir jugando. El brindis de año nuevo. Las milanesas de mamá. La parte de tu cuerpo que menos te gusta. El aliento de papá. La vez que te mintieron. Cuando te fuiste de tu casa. Las etiquetas puestas en vos. Los aplausos en esa exposición. El día que sentiste que valió la pena. La charla que arregló todo. El abrazo de un amigo. La verdad que preferías no saber. La vez que te enamoraste. Tus carátulas de primer grado. La reuniones por el viaje de egresados. Tus calificaciones. Tu primer auto. La carta más profunda. El regalo inesperado.


Un mundo así de encadenado. A cada instante un poco más. 
Vas, venís, te redefinís. No existe nadie igual.
Tu vida tiene el peso de todo eso y de mucho más.
Tu historia.
Tu memoria.
Tu trayectoria.

(Tuyas desde siempre, 
tuyas para siempre)

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