... los problemas ...

Aturden y no hablan. Son tantos que estorban... y sin embargo, me siento sola.
Se aparecen a toneladas, todos distintos y con pinta de desconocidos. ¿Cómo mirar con confianza la realidad? si todo da vueltas y sigo en el mismo lugar.
Observo de lejos con algo de miedo, desconociendo de donde salieron y porque vinieron.  No los quiero acá. Me permito odiar lo que no puedo manejar, los evito y terminan por molestarme más.
Duele mirar para atrás. No existían, o se sabían controlar. Y me gustaba así.

Era seguro este lugar que no elegí. 
Era nuestro, y no lo sentía como ajeno.

¿POR QUE?

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