Rumbos

Me invade tantas veces la nostalgia cuando pienso en lo que era antes y cuando de repente me doy cuenta que hoy estoy lo suficientemente lejos de eso como para volver. Y el camino de regreso se nubla tanto que no me permite ver, así muchas veces olvido de a poquito lo que me formó y los pasos que seguí para ser lo que soy hoy. Pero hay momentos y existen personas que marcaron mi vida con una huella imborrable. Más allá del nombre que le de a esa marca; el sentimiento, la persona, esa plaza o aquella calle siempre va a significar algo para mi, va a servirme como referencia cuando crea perder el camino. Y así, va a ser más fácil decidir si me conviene o no seguir por acá, con quién voy para allá y para qué.
 La experiencia previa que yo tengo, esa que es diferente a la tuya, de alguna manera influye en mi presente pero no lo determina (de lo contrario sería absurdo de que exista un futuro si vamos a estar siempre sujetos al pasado). Ese ayer que forma parte de mi es la prueba de que siempre que llovió paró, que las neblinas tarde o temprano se transformaron en claridad y volví a ver la realidad.

Nunca se está tan perdido..


No hay comentarios: