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Te dí el poder para que me destruyas.. y lo usaste a tu manera.
Te confié mi vida, sabías que más de una vez mis respuestas estaban determinadas por vos, que mis deseos eran vos, que mi felicidad tenía tu nombre, que mi descanso era tu pecho, que mis nervios terminaban en tu calma. Sabías que mis problemas eran por vos, y que me inventaba soluciones para los dos.
Tenías en claro lo que me hacía bien y lo que no. Conocías cada uno de mis gustos, si te llevaba a un kiosco sabías que comprarme, si te llevaba a un local de ropas también. Recorriste cada uno de los rincones, sabías todos los trucos; mis manías, mis pensamientos, siempre supiste exactamente qué iba a hacer antes de hacerlo. Nunca me resultaban las sorpresas para vos.
Te conocí más que nadie. También yo...  y cuando te decía "nunca podría fallarte" sabías que iba a ser así, siempre te iba a cuidar. Iba a jugarme hasta que los chicos tuvieran tus ojitos.. y me miren con esa ternura enamorada (disfrazada) con la que siempre me mirabas. Y no. No pudiste con los dos.
... Sabías? SI, sabías que me cuesta muchísimo darme con las personas tan abiertamente como me dí con vos. Sabías que eras mi mejor amigo, mi novio, mi papá y mucho más. Al que elegí para compartir absolutamente todo. Porque sabías que yo existía antes de vos, pero que todo aparentaba ser mejor después que llegaste. Aprendiste y entendiste todo.. pero me fallaste.
Te dí el poder para que me destruyas.. y lo usaste... a tu manera.

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