Con los ánimos bajo cero

Mil quinietas setenta cosas en mi cabeza, todas mezcladas complicándome la existencia. Por más vueltas que den yo las entiendo a todas, comprendo cada tema; me agotan pero todavía conservo la paciencia. No se cómo, ni se de dónde saqué las fuerzas.

Pero por momentos da ganas de mandar todo a la mierda; de decirle "si, te lastimé pero vos tambien lo hiciste; espero que te recuperes porque de verdad te quiero pero de ahora en más me importa muy poco lo que pienses de mi". Ganas de decirle a éL tan claramente como pueda "me gusta estar con vos, me demostraste ser casi perfecto pero ahora no puedo, ya no quiero, dejame salir de dónde entre primero, dame mi tiempo". Ganas de gritarle a ella "no se a dónde mierda gastó la plata pero a mi no me la dió, lo que le pedí se lo devolví. Dejame de joder que suficientes problemas ya tengo, aunque no te des cuenta, miles de cosas en mi cabeza".

Ganas de que no falten cuatro días para mi cumpleaños, ganas de no cumplir más años. Si así, casi como en un pozo de depresión. Gastaría mi vida en comprarme un pasaje a la nada. Nisiquiera al ayer, a un lugar en el que no exista la gente. Las preguntas ni las respuestas, las dudas ni certezas. Ahí quiero estar. Lejos de la humanidad.

Es lo que me pasa, no se si está bien o mal, es lo que yo siento (aunque a pocas personas les interese) y no voy a juzgarme por eso.

Casi de manera contraria a lo que quiero, me voy a lo de una amiga. Creo que inconcientemente lo que busco es estar rodeada de gente para no pensar más. Pero no se a dónde voy a terminar.