Ciega, sorda, muda, torpe, terca y testaruda

Soy una histérica, pero no una cualquiera, la peor de todas. No me soporto. No se lo que quiero, no se lo que me hace bien, por lo que tampoco puedo hacer bien a los demás. Soy una H I S T E R I C A y con cada una de las letras.

Pero se terminó, no voy a seguir estando así de estúpida como hasta el momento. Invancable, insoportable. Voy a comenzar a hacer las cosas bien, me voy a alejar y voy a pensar como quiero estar. Porque el mundo no da vueltas al rededor mío. Nadie debería estar pendiente de lo que yo quiero y mucho menos de mis confusiones. Si no tengo la capacidad de elegir y dejar de lado mis caprichos, me voy a quedar sola. Y no porque "lo necesite". Por el simple hecho de que ya nadie me va a soportar. Porque ni yo misma me banco.

Me gustaría no ser yo hoy. Volver a mi recién el día que me levante y sepa qué quiero (y me juegue por eso). Me voy a dormir, porque no me soporto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todos somos histéricos, o mejor dicho, hay días que despiertan más nuestra histeria.

La histeria, si te fijás bien, no es mala. Todo lo contrario: muestra a una persona capaz de razonar, cambiar y CRECER. Es más, por lo general quienes tienen todo muy claro, generalmente son incapaces de ver las cosas desde otro punto de vista y, en cierto momento, estanca a estas personas.

No digo que abuses de tu histeria, pero sí que no la asustes tanto como para que no aparezca de vez en cuando.

Saludos deslcazos (para que mi huella en ésta, tu arena, sea lo más real posible)