Deberíamos querernos más e intimidarnos menos. Ésto es: en vez de andar por la vida demostrando el cariño que sentimos por los de más, hacernos entender para adentro que somos lo principal, que estamos en primer lugar y más allá de sentirnos creídos por ello, somos lo único que de verdad necesitamos para vivir y subsistir.Porque sin tus piernas no caminas, sin tus ojos no ves, sin tu manos no tocas. Sin tu imaginación no creas, sin tus sueños no avanzas, sin tus deseos no proyectas. Sin tu paciencia no esperas, sin tu astucia no ingenias, sin tu confianza no ganas.
Vos vivís por lo que sos, nadie es por vos. Es importante que sepamos darnos cuenta que no está mal ser egoístas. No dejar de hacer cosas por los de más, pero hacerlo para sentirnos bien con nosotros mismos. Porque yo me siento bien haciendo ésto o aquello para vos. El bien, al fin y al cabo, me lo doy a mi con mi acción.
No está mal porque si me dan a elegir entre vos y yo, me quedo conmigo. Porque me quiero y porque no creo que ésto esté mal. No voy a conseguir que otros sientan lo mismo de lo contrario, si eso no pasa dentro mío.
Si te das los gustos que mereces y si todo dentro tuyo está bien, tu relación con el entorno va a mejorar; te lo aseguro. Animate a quererte con todo lo que implique y sentite en el primer lugar de la vida de alguien: de la tuya y la más importante. 
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