Comenzar desde afuera, a partir lo de superficial, eso que cuesta menos mirar. Recorrer, sentir y experimentar que podemos conocer nuestro cuerpo en su totalidad. El reflejo que damos a los demás, que puede ser el real o uno que podemos tapar
(ocultar o negar). Pero lo importante no es la imagen que vendemos a los ajenos, es lo que somos de verdad; por lo que debemos
conocernos, desde un comienzo.
Pasando a la parte difícil, es necesario que investiguemos a fondo. En lo que cada uno es, lo que a simple vista no se ve. Por eso cuesta más, porque todo se complica a la hora de profundizar. Se trata de sacar y dar a luz a aquello que estaba guardado en lo más hondo de nosotros. Eso que puede ser bueno o malo, pero que debemos incorporarlo, cambiarlo, o en otros casos, eliminarlo.
Una vez que sacamos al descubierto lo que somos, limpiamos nuestro interior y así tenemos la certeza de conocernos por dentro y por fuera. Saber quieres somos es el primer paso para aceptarnos y finalmente, lograr querernos; porque
no podes querer lo que no sabes como es.


1 comentario:
Muuy cierto todo lo que decis :). Me encanta como escribis. Segui asi.. Un beso :)
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