07/06/16 

Agradezco a todo eso que me trajo a donde estoy hoy. Porque siempre somos traídos. Tiene mayor peso aquello que nos constituye y que nos conduce inevitablemente hacia algún lado, que todos los esfuerzos que hagamos por llegar a un determinado lugar. Esfuerzos que tantas veces nos dejan perplejos, cuando estamos frente a situaciones que no buscamos y sin embargo no podemos salir. Somos llevados. Por un poco de todo. Y yo agradezco a las circunstancias en las que me metí(eron), a las historias que armo desde chica, al material con el que cuento que me permite construirlas. Porque al final siempre creamos nuestras propias historias, como podemos y con lo que tenemos. No existe otra manera.
Y si mucho tiempo estuve metida en lugares incorrectos fue porque en realidad eran los correctos. Eran inevitables. Y si los padecí y me fui, pero partida a la mitad, fue porque era necesario. Y si todavía no se muy bien donde estoy es porque me voy conociendo mejor, me voy conectando con mi lado más humano. Ese que despierta todas las incertidumbres, las búsquedas y lo inacabado. La falta de certezas. Porque hoy se que en realidad no se, que en verdad desconozco. Que realmente somos infinitos y que es imposible estar seguros.
Y ese es mi lado preferido, el que voy descubriendo al no entender ciertas cosas. El que habla de mí, sin poderlo describir. Soy un poco de lo sorpresivo, de lo que no esperaba que pase y sin embargo pasa. Soy todo eso que no te digo cuando te cuento quien soy. Por ser infinitamente desconocida.
Por todos los hilos que entretejen esta historia que es un poco mía, doy las gracias por los nudos. Y porque siempre estuve donde tenía que estar.
[y hoy lo puedo ver]

No hay comentarios: