No me sale escribir como antes y me duele, porque necesito hacerlo. Es algo que pide salir a toda costa, hace mucho tiempo, de alguna forma y no encuentro la manera, por lo que sigue encerrado dentro mío.
Hace un revuelto con mis pensamientos y sentimientos, da vuelta todo a su antojo, pide salir pero yo no puedo dejarlo ir.
Cuando estoy rodeada de gente, pareciera callarse un poco; el problema es cuando estoy sola como ahora. No se tranquiliza, me asusta, no tengo control sobre este malestar; no puedo cambiar lo que siento, solo lo que hago con eso, pero tampoco lo se manejar.
No tengo idea de como descargarme, nada resulta.
Sigue pesando y no le encuentro una solución. No hay nada que ayude a aliviar, busco canalizar en cosas externas pero ni el gimnasio, ni el estudio, ni nada que pueda mantenerme ocupada calma del todo lo que siento, es algo provisorio. Y cuando vuelve es peor. Mucho menos pueden ayudarme las personas, cada vez me siento menos tolerable, y prefiero estar sola.
Es un circulo vicioso, sin darme cuenta vuelvo al comienzo; vuelvo a estar en casa, en este silencio que me aturde y sin decir nada. Y se que en un cierto punto elijo estar así, y eso me molesta. Depende de mi.
Y desespera.
Duelos por lo que fue y ya no es.
Duelos por no ser la que era ayer.
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