Lo viste inmóvil, lo sentiste frío y tuviste la impresión de que ya no estaba ahí. Se había ido, para no regresar; a un lugar que muchos conocieron pero nadie alcanza a contar.
Te cansaste de llorar y el dolor en tu pecho no calma más. Sentís que no existen palabras que puedan aliviar, un abrazo quizás sirva para sostenerte cuando deseas no volver a despertar. Gente por todos lados, las miradas que no consiguen explicar. Nadie puede hacerte entender porque le tuvo que pasar a él.
Te prendes a ese cajón que siempre te espantó, (porque al cerrarse se lleva la imagen más fea que no habías visto antes). Te sostenes y no caes, pero todo dentro tuyo se derrumba.
Lo miras y recordas todos los momentos vividos junto a él. Te preguntas si le demostraste lo importante que fue. Te reprochas. Nunca antes quisiste tanto, como en ese momento, volver el tiempo a atrás (quizás unas horas, nada más). Pero no se puede, y volves a llorar.
Nadie te puede calmar, es que nadie entiende lo que te pasa en verdad. Sentís que no le dijiste todo lo que ahora queres decirle, no lo abrazaste lo suficiente, no le demostraste lo mucho que lo amabas. Ahora es tarde. Si antes era dificil y te costaba, hoy es imposible; porque ya no está. No escucha, y se fue.
Volves a tocar su mano, el frío de su cuerpo no indica lo contrario. Miras su rostro sin gestos, sentís que está descansando. Sabes que no va a despertar esta vez, que quizás la vida lo cansó demasiado.
Cierran el cajón, vuelven los abrazos. Pero todo está de mas, nada puede cambiar.
Entendes que la vida comienza y termina, es un solo trazo y después te tira abajo. Que a todos nos va a pasar, que hay que demostrar lo necesario en el momento indicado. Pero por sobre todas las cosas entendes, que cuando es tarde ya no se puede volver.
Y hoy te toca perder.
(No quiero ni pensar en que me pase algo similar).
Necesitaba escribirlo.
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