Cruzando el amor, cruzando los dedos

"Tanto te voy a querer. Sos inevitable.

Que siga esto y cada vez mejor, que tan bien nos hace".

(L.Gomez)

"Le demuestra que a veces lo arriesgado termina siendo más divertido y que puede ganarse perdiendo, apostar eligiendo algo que no se conoce en lugar de lo ya conocido, resulta fascinante.
Porque hoy comprende que no se equivocó con él, que el camino para saber quién es la persona que la acompaña es de suma importancia. Que se necesita tiempo, que los días corren cuando se vive por momentos.

Que cada chocolate se viste de una sonrisa, que una mirada transmite más de mil palabras. Que un beso puede ser más profundo, que simboliza unión y crea adicción. Que los detalles se vuelven cada vez más importantes, que después se extrañan las pequeñas cosas que resultan ser especiales. Pero por sobre todo, cuando no está, se da cuenta que necesita al portador de los besos, de las sonrisas, de las miradas. El mundo que creó resulta ser tan perfecto que se hecha de menos; pero más allá de todo, se necesita al creador.

Todo eso le demostró.

Corto fue el tiempo, enorme es el amor".