Hoy cuando venía en el colectivo desee más que nunca
que no acabara el recorrido
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Es increíble la manera en la que podemos sentirnos completos por momentos y no querer que termine ese sentimiento. El instante o intervalo del tiempo en el que logramos liberarnos y saciarnos por dentro.Ese momento puede significar estar bien o mal, pero al fin, todo se trata de sentir. Darnos cuenta que lo que necesitábamos llegó y nos completó; que nos transformó y llenó nuestro interior. Puede ser una canción, un lugar o millones de signos que sirven para liberar. Lo importante es saber diferenciar qué necesita cada uno y la manera de poder llegar a lo tuyo.
Hay días en los que buscamos alcanzar eso que nos hace mal, ya que lo necesitamos para podernos llenar. Hay momentos en los que preferimos vernos bien y buscamos otros medios, en diferentes momentos, para conseguir lo propuesto. Y nada está mal, todo se tiene que respetar; cada uno de nosotros tenemos nuestros tiempos y el derecho a la libertad de sentirnos como queremos y conseguir lo que necesitamos para salir o completar cada uno de nuestros estados.
Otra cosa que quiero agregar a ésto que acabo de expresar: así como tenemos el derecho a la libertad, no tenemos la obligación de explicar qué sentimos o porque decidimos hacer una u otra cosa para llenarnos, para saciarnos o completarnos. Ésto es opcional, personalmente, muchas son las veces en las que me guardo para mi todo lo que pienso o la manera en la que me siento en determinados momentos. Y hoy me pasó de no querer -y todavía no quiero- explicar ninguno de todos mis sentimientos en ese corto intervalo de tiempo.
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