Te amé tanto que te dejé ir, junto con todos los sueños, los proyectos, los momentos, que hoy son sólo recuerdos. Fugaz, todo fue fugazmente rápido. No me dio tiempo para asumir lo que estaba pasando. Lo único que supe desde el principio es que no quería que estés mal, me gustaba pensar que todo iba a resultar, que ibas a acostumbrarte, que volverías a visitarme, que no perderíamos contacto y que todo seguiría como antes. En caso contrario, yo lograría olvidarte, aceptaría que en la vida todo se termina y es obligación seguir; que nunca alguien dijo que fueras para mi y que las cosas se dieron así.
Pero no pude cumplir, y hoy me decidí. Seguir sin vos, calmar el dolor. Eliminar todo lo que quedó, borrar la historia entre los dos. Sé que fue hermoso mientras duró, el recuerdo más lindo de mi primer amor, pero terminó y ese tiempo ya pasó.
Pero que te quede clara una cosa:
NADIE va a amarte tanto como para dejarte ir,
como para sentirse bien con sólo verte feliz,
darte todo sin esperar recibir
y soportar ver tu nueva vida lejos de la suya,
sabiendo que antes estaban juntas.
.
Nadie (y de ésto estoy segura)
te quiso, ni va a quererte (tampoco lo esperes)
tanto (más que suficiente)
como yo ..
.
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