¡Como duele quererte!, ¡como cuesta evitarte!. Si tuviera que nacer de nuevo me encargaría de no encontrarte. Es tan fuerte ésto que siento, todavía no puedo aceptar que te quiero. Intento no pensarte, hacerte a un lado, olvidarte. Pero no podés imaginarte lo que me cuesta dejarte.
Y NO ME ENTIENDO. No consigo comprender de dónde se sostiene todo este amor por vos. Si hace tiempo no te veo, no te siento, no te tengo. Hace mucho que estás en otro lugar, pasó demasiado tiempo para darme cuenta de que me hacés mal. ¿Y por que no te dejo escapar? salir de mi, perderte de vista y no volverte a hallar.
Es tan difícil ésto de aceptar que ya no estás. Fue hace tanto que te perdí, que te fuiste y que todo quedo así. Congelado en el ayer, desde ese momento no volví a querer de la forma en la que te amé. Desde hace ya dieciséis años que estoy acá, y no experimenté algo tan fuerte como lo que conocí junto a vos, como éramos los dos...
Es complicado tolerar un sentimiento que no tiene lugar para la otra mitad, es difícil tener que aceptar un amor individual, singular, en el que se habla de uno y no de dos, como en todos los demás. Duele sobrellevar al amor no correspondido, dan ganas de sacarte todo de adentro y depositarlo en el fondo de un lugar al que no puedas llegar más, con el fin de no volver a sentir lo que hasta ese momento sentías. Te cuesta LA VIDA dejar lo que te hace mal, lo que no podés lograr, porque justamente ESO es lo que te atrae. Lo que te lastima y te perjudica...

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